Las tecnologías en la edificación en el último siglo XXI son impresionantes. La última innovación en el mercado son impresoras de hormigón seco de bajo nivel de agua y secado rápido. Y este compuesto puede usarse como tinta 3D.
Por tanto, podríamos decir que podrías ir a una empresa y comentarle: ¿Me puedes imprimir una casa de 2 habitaciones según este proyecto? Y en cuestión de días tener tu casa preparada. Los equipos de construcción moderna para este acometido, se asemeja a una especie de grúa. Pero cuando se ha programado con datos del patrón, el robot vierte hormigón en configuraciones específicas, repitiendo el proceso una y otra vez hasta que una forma tridimensional se consigue.
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La combinación de la producción industrial con las técnicas de prototipo rápido podría revolucionar los métodos de construcción urbana. El ritmo rápido y uniforme de la naturaleza de este tipo de construcción podría acelerar el proceso de construcción a un ritmo sin precedentes, permitiendo a los constructores a seguir el ritmo de la demanda de rápido crecimiento, las áreas urbanas.
La impresora 3D para la construcción de una casa funciona como una impresora habitual, aunque recuerda a un robot que tiene una grúa con un tubo por el que sale hormigón. Poco a poco la máquina se va moviendo siguiendo el esquema cargado en el sistema y forma capas, de la misma manera que una impresora 3D normal.
Con el tiempo se crea una estructura de casa que tiene todos los huecos para las ventanas y puertas. Además, se tiene en cuenta que luego se instalará el sistema eléctrico y la fontanería.
Al integrarse esta tecnología en la construcción de edificios, con el tiempo se puede revolucionar la forma de las casas y otras estructuras ya construidas.
Las tecnologías de impresión 3D son cada día más baratas y accesibles. Actualmente en una impresora 3D se pueden imprimir desde objetos artísticos a industriales, pasando por armas e incluso órganos humanos para trasplantes.
